lunes, 2 de febrero de 2015

Nada nuevo bajo el sol del ULM

La semana pasada se reunía por tercera vez en sede de la AESA la mesa de Acceso a la Normativa, uno de aquellos foros que desde junio de 2012 fueron propiciados por la DGAC para atender la recomendación de "contar con la opinión del administrado recreativo" a la hora de mejorar procesos e innovar normativa.

Aquí os podéis descargar las presentaciones completas.

Y no íbamos a escribir nada sobre esta mesa por dos razones.

La primera, que es la que finalmente nos ha animado a escribir esta entrada, es que la AESA consideraba esta reunión algo así como "clasificada", cosa que no se entiende muy bien siendo una mesa para dar conocimiento y participación al administrado en lo que se cocina.


Pero como los responsables de las entidades asistentes han abierto la veda en foros, listas de wassap, de correo, cantinas y demás, ya no vemos razón alguna para ser tan prudentes como lo era uno de ellos, pocas horas después de esta reunión, cuando escribía a un grupo más o menos reducido (que no a todos sus asociados) haciendo un alarde de transparencia mal entendida:

Parece como si hubiera socios de dos clases en algunas entidades (los profesionales y "los otros").

Y la segunda razón es que no vamos a desvelar el secdleto de la tlompeta ni nada parecido porque, en realidad, no hay nada que no se haya propuesto y trabajado desde 2009, año en que la DGAC retiró aquel absurdo proyecto de normativa propuesto por la AESA para innovar la norma del ULM español.

La novedad se reduce a que la AESA, por fin, ha dado su brazo a torcer abrumada por la evidencia de lo obsoleto e inadecuado de una norma que cumplirá en octubre 33 años, algo que en términos aeronáuticos sería asimilable a estar regulados por leyes del Medievo, y ha redactado la norma que se le requería por los propios representantes de los usuarios allá por 2011.

Así que, como el movimiento se demuestra andando, y no vendiendo el trabajo te dejaron otros hecho como si fuera de tu propia cosecha, aquí tenéis las referencias y la prueba de que estos lodos vienen de aquellos polvos para que las comparéis por vosotros mismos.




Os resultará más que evidente que la AESA se ha limitado en la práctica a seguir una a una las recomendaciones hechas por los usuarios en su día.

Queda demostrado con ésto que no hay nada nuevo bajo el sol, aunque la administración por fin haya asumido, tras su error de 2009 y con 3 años de retraso desde que recibió la receta, que no hay otro camino que el que ellos mismos pidieron que se les señalara, y se les señaló, en 2011.


En el fondo no nos podemos felicitar aún, porque tendremos suerte si en dos años se ha publicado la normativa básica (los Reales Decretos que sustituyan a lo que está hoy en vigor) y su reglamento de desarrollo (Ordenes Ministeriales y/o Medidas Aceptables de Cumplimiento), pero al menos el rumbo general correcto ya está puesto. A ver si lo mantenemos, sin esperar otros 3 años para dar el siguiente paso, y no complicamos las cosas durante la ruta más de lo necesario.

P.D. Dado lo superficial que ha sido la exposición de estos proyectos normativos por la AESA, que ahora se deberán elevar a la DGAC y someter a participación pública, dejaremos para cuando concreten algo más los comentarios sobre el RD de aeronavegabilidad de aeronaves del anexo II de EASA.




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