La IAS, Indicated Air Speed o indicada, es la que se lee directamente en el anemómetro, que en realidad no nos está marcando velocidades sino algo mucho más útil a los efectos de sustentarse en el aire: la presión dinámica que ejerce el viento relativo en nuestra trayectoria de vuelo.
La CAS, Calibrated Air Speed o calibrada, es la que corregimos desde la IAS por errores tales como la posición de la sonda pitot o del instrumento en si, que a veces no tiene una lectura tan lineal como sería deseable. Un instrumento bien calibrado siempre hará coincidir IAS y CAS en el punto más crítico: en la Vs o velocidad de pérdida.
La TAS, True Air Speed o verdadera, es la auténtica velocidad de la aeronave en la masa de aire, que ya decíamos antes que la indicada no era una auténtica velocidad sino una presión, y se puede calcular fácilmente y con precisión con una regla de cálculo o mediante tablas, teniendo en cuenta principalmente tres factores: IAS, temperatura y altitud.
Pero a efectos prácticos, para un país templado y a las velocidades que nos movemos en la aviación ligera (en torno a los 100 KIAS), podemos aproximarnos bastante si consideramos que la TAS crece respecto a la IAS a razón de un 2% cada 1000 pies de altitud (sobre el nivel del mar, ojo, que no de altura sobre el terreno).
Y dicho esto, que es culturilla general aeronáutica, ¿qué importancia tiene medir nuestra velocidad con unas u otras?
Pues, no entrando en lo evidente (problemas de navegación tipo "llego o no llego" con tal viento en cara, entradas en pérdida por mirar la GS en el GPS y no la IAS en el anemómetro, aviones que "se caen" antes de alcanzar la Vs a 1g por anemómetros mal calibrados, etc.) volar a una TAS inadecuada puede romper tu avión en vuelo, y no serías el primero.
Advertencia en un manual de un ULM de fibra y altas prestaciones
Flameo del empenaje horizontal de cola
Flameo del ala
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