Llegado el verano raro es el piloto,
profesional o aficionado, veterano o novel, al que no le surge el
“compromiso” de bautizar a algún familiar o amigo. Será una
experiencia que marque al bautizado para toda la vida así que, si
somos inteligentes y tenemos visión de futuro, querremos darle la
mejor de las impresiones sobre nuestra actividad a fin de no crearnos
un potencial enemigo y, preferentemente, dar salida al
aerotrastornado que todos (o casi) llevamos dentro.
Así que hoy daremos algún apunte
sobre el tema para que no os ocurran cosas como éstas:
Lo primero que debemos plantearnos
es el momento, dado que las condiciones meteorológicas deben
ser absolutamente favorables para evitar un mal viaje a nuestro
bautizado. Lo ideal es la primera hora de la mañana (antes de que la
convección comience a hacer de las suyas) de un día de “sol y
moscas”. Pero claro, los hay que no les gusta madrugar así que
otra opción es “la hora del Obispo” (la última hora de la
tarde) que reúne condiciones muy similares a la ideal, pero sin
madrugones.
Lo segundo es que nuestro “plan de
vuelo” debe ser corto. Es preferible, para una primera
experiencia, un pequeño vuelo de unos minutos por los alrededores del
aeródromo a plantearse un viaje de mayor duración con el riesgo de
que nuestro pasajero sufra una cinetosis, disbarismo o cualquier
trastorno que tendría una rápida solución aterrizando si estamos
cerca de nuestra base y una peor si nos hemos alejado demasiado.
Mejor dejamos para un segundo vuelo ese paseo para enseñarle el
pueblo, la playa o la montaña que siempre quiso ver desde el aire.
Aunque el vídeo está en inglés se entiende muy bien, sobre todo si activas los subtítulos
Lo tercero, y las más de las veces
ignorado, es que no debemos asumir que alguien que no es piloto
sabe cosas que son obvias para nosotros por lo que es importante
hacer un buen briefing a nuestro pasajero con un doble objetivo. Por
un lado lo prepararemos para disfrutar más del vuelo anticipándole
las sensaciones, las maniobras que haremos, el funcionamiento de
equipos y todo aquello que estará a su alcance y hará más
interesante y enriquecedora su primera experiencia y, por otro, nos
servirá para la inexcusable tarea de instruirle sobre su seguridad y
la del vuelo.
Es importante que acompañemos en todo
momento a nuestro pasajero desde que llega al aeródromo para que
tenga en cuenta los riesgos, nada evidentes para el neófito, que en
un campo de vuelo puede haber para él y sus posibles acompañantes
(hélices paradas o en movimiento, superficies cortantes, calientes o
punzantes en las aeronaves, rebufos, lo que se puede tocar y lo que
no, objetos sueltos que pueden salir volando o rodando y terminar en
lugares comprometidos, etc) por lo que el briefing debería empezar
incluso antes de entrar en la plataforma.
Algún material de apoyo para el
briefing al pasajero, más material sobre seguridad de vuelo aquí.
Enseñadas las reglas básicas de
seguridad antes de entrar en la plataforma, podemos aprovechar la
revisión prevuelo para seguir explicando cosas mientras acomodamos
al/los pasajero/s en su asiento, aunque lo ideal es que el avión ya
haya sido revisado sin distracciones por su piloto previamente a su
llegada. Así nos centraremos en atender a los invitados y no
descuidaremos los procedimientos.
Aunque el vídeo está en inglés se entiende muy bien, sobre todo si activas los subtítulos
Hay como mínimo tres cosas que no
debemos olvidar en nuestro briefing al pasajero y, para ello recordad
esta abreviatura que también está asociada a una conocida técnica de primeros auxilios: RCP.
R- El uso de la radio. Debemos explicar como funciona la radio/intercom para el caso de que el pasajero la tenga que usar en vuelo o en caso
de accidente si el piloto queda incapacitado. Si, no es agradable
pensar así, pero es más seguro preverlo.
Explicar las cosas con naturalidad y
dejando claro que es para el caso improbable de que ocurriera algo
no hace más que hablar bien de nuestra
profesionalidad y responsabilidad ante el pasajero, además de ser una buena
práctica aeronáutica que incrementa la supervivencia de todos en caso de
accidente.
C- Cinturón y atalajes. Debemos pensar
que no todo el mundo está familiarizado con los arneses de ciertas
aeronaves y necesitarán ayuda para ponérselos, quitárselos y
ajustárselos para estar cómodos.
P- Puertas/salidas. Al igual que en el caso
anterior, no todos los sistemas de cierre son tan intuitivos como
debieran y hay que instruir al pasajero en su apertura y cierre así como en los
procedimientos de evacuación, que pueden consistir simplemente en
dar una patada a determinada ventana.
Además de explicar claramente lo
anterior no está de más tener una tarjeta con algunas instrucciones
de seguridad, similar a la que podemos encontrar en los aviones de
pasajeros. Es interesante guardarla donde mismo tengamos las “bolsas
para el mareo”, así no nos olvidaremos de verificar que las
llevamos a bordo y que el pasajero sabe donde encontrarlas si las
necesita.
Puedes encontrar las dos caras de esta tarjeta en PDF junto con otro material sobre seguridad de vuelo aquí.
Ahora solo nos quedará ofrecerle un
chicle (que evita la mayoría de los problemas de disbarismo y mejora
el aliento, algo a tener en cuenta en cabinas estrechas) y hacerle
disfrutar de un vuelo agradable y seguro para sumar un nuevo adepto a
nuestra causa.
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