jueves, 4 de junio de 2015

Procedimientos de la "gran aviación" en aeródromos no controlados

A estas alturas no vamos a negar que el uso de la radio y los procedimientos en aviación son una herramienta que, bien utilizada, aumenta la seguridad de vuelo. Pero la “normalización de su mal uso” puede llegar a convertir estas herramientas en una amenaza para la seguridad y supone una desproporción que complica cosas que debieran permanecer sencillas.

Como dice el cachondo de Paul Bertorelli en la introducción de este vídeo de AVweb:
"... bueno, de cualquier forma, mi teoría es que empezamos a volar circuitos de tráfico gigantescos cuando los instructores empiezan a vestirse así; y todos sabemos que, cuando dejen de tener granos en sus caras, serán pilotos de reactores."

Quizá lo más evidente para muchos por lo que se refiere al mal uso de la radio en aviación sea la auténtica tortura que supone en ciertos entornos llevarla encendida en frecuencias “generales” tales como 123.5 ó 130.125, con una continua farfulla en la que se mezclan las comunicaciones “necesarias” con una desproporcionada cantidad de otras que no lo son. Y al decir “necesarias” nos referimos a las que proceden en un entorno de aeródromo no controlado aunque en ocasiones no sean necesarias pero, con la excusa de “la seguridad”, se hacen saturando la frecuencia, algo que de por si ya es una práctica insegura pues no queda disponible para quien realmente la necesite.

¿Quién no ha oído a un avión notificando todo lo notificable (y alguna cosa más) mientras hace tráficos de aeródromo en solitario en un campo aislado en medio de “la nada” en términos de navegación aérea? ¿Quién no ha oído a un piloto novato (o no tanto) soltando larguísimas e innecesarias parrafadas por la radio porque así se siente más seguro o cree demostrar una mayor pericia? Si les preguntas te dirán que lo hacen por seguridad y/o para practicar, pero lo que están fomentando realmente es una falsa sensación de seguridad y una mala práctica aeronáutica.

Este y otros carteles con temática de seguridad de vuelo aquí.

Lo cierto es que, en España y entre la aviación ligera que opera en entornos no controlados, la formación en radiofonía deja mucho que desear y cuando se pretende ofrecer un curso de calidad para esos entornos, directamente y sin reparar en los perjuicios que puede suponer se enseñan los mismos principios de uso aplicables a entornos controlados, lo que es un grave error.

Error porque en los entornos controlados se opera siguiendo procedimientos para aeródromos controlados y, sobre todo, porque hay un director de orquesta (un controlador); cosas que no tienen por qué haber en los aeródromos no controlados y, de hecho, no suele haber.

Pero mayor error aún es tratar de hacer encajar los procedimientos para entornos controlados en los aeródromos no controlados, cosa que suele suceder simplemente porque quien impone este criterio (el titular o el gestor del campo) suele venir de volar toda la vida en aeropuertos y así se siente más cómodo.

Es natural que cualquiera se sienta más cómodo siguiendo pautas que conoce y a las que está acostumbrado, aunque sean desproporcionadas y hasta contraproducentes al implantarlas en una realidad distinta, por lo que un piloto que viene de operar toda su vida aeronáutica en un aeropuerto controlado, cuando llega a un aeródromo no controlado (y sobre todo si tiene mando en plaza), tratará de importar lo que conoce y cree que es lo más adecuado. Pero, las más de las ocasiones, es tan natural como erróneo ese criterio.


Así estamos viendo proliferar cartas VAC e incluso “de aproximación" para uso de los tráficos visuales en aeródromos no controlados en las que se imponen criterios y procedimientos propios del ámbito controlado, como por ejemplo el uso obligatorio de la radio o circuitos de tráfico que son seguros para aproximaciones IFR o para una avioneta haciendo un tráfico visual a 1500 AGL, pero no para un ULM haciendo tráficos a poco más de 500 AGL.

Y ésto no es razonable ni seguro por mucho que se argumente que la radio y los procedimientos extrapolados de los aeropuertos son más seguros; que lo son, pero en su entorno (controlado) y para el tipo de aeronaves y operación que han sido diseñados, que no suele ser el vuelo visual en monomotores de pistón.


Entonces, ¿dónde procede imponer VACs o uso obligatorio de la radio? Pues solo en los pocos, realmente pocos, aeródromos y campos de vuelo donde existe un condicionamiento que lo justifique (zonas restringidas al vuelo, espacios controlados, existencia de obstáculos, fenómenos adversos y cosas del estilo) pero no “para todo X”.

No todo el mundo tiene que parecerse a la gran aviación adoptando sus protocolos cuando ya existe un estándar para la pequeña aviación.

Este y otros carteles con temática de seguridad de vuelo aquí.

No es siempre necesario ni representa forzosamente una mejora de la seguridad de vuelo complicar los estándares más sencillos que se aplican en la aviación ligera a nivel mundial (el patrón de tráfico estándar y el principio "ver y evitar")... aunque nuestra incultura aeronáutica permita que las cosas se compliquen innecesariamente allá donde al dueño del aeródromo se le ocurra, esté justificado o no.




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