miércoles, 31 de agosto de 2016

Otra opinión sobre el parapente

Hoy nos hacen llegar lectores de este blog enlaces a varias publicaciones, que en esencia son referencias a ésta, en la que se ofrece otra visión de la situación normativa del parapente (PRP) en España.


Aunque se tacha de "información errónea" la publicada por los medios y redes sociales (asumiendo que se refieren en su origen a nosotros, cosa que sería fácil ya que se han alcanzado varios miles de lecturas de nuestra entrada sobre el tema) no vamos a discutir sobre lo acertado nuestras apreciaciones ya que no hacemos más que difundir lo que está ocurriendo. No somos responsables de la situación, solo os contamos lo que ocurre a modo de culturilla y advertencia para evitar males mayores.

Y no podemos estar más de acuerdo: PRP y ULM son cosas distintas, cada una con sus necesidades específicas. Pero tampoco podemos estar de acuerdo con la autocomplacencia y el autoengaño con hipótesis que para la AESA, hoy por hoy, no son admisibles. No podemos esconder la cabeza, hacernos la ilusión de que todo va bien y mirar para otro lado.


Al menos nosotros, como consultores, tenemos la obligación de contar las cosas como son y no como nos gustaría que fueran ya que las cancelaciones de eventos, la prohibición de uso de zonas de vuelo tradicionales o la imposición de sanciones por exceder las limitaciones operacionales del ULM en el ámbito del vuelo libre están ahí y son un hecho.

Son hechos irrefutables que trascienden más allá de cualquier argumentación o hipótesis no validada por la AESA a la que nos gustaría agarrarnos como al que más cuando las cosas se complican en exceso; pero sería como agarrarse a un clavo ardiendo.

La prueba del algodón es esta resolución de la AESA, de hace menos de 2 meses.

La evidencia está ahí y es tan clara como la injusticia y desproporción que cometió el regulador en 1999 a la hora de asimilar operacionalmente disciplinas recreativas tan distintas y "no haber habido ocasión" de enmendar su error en los últimos 17 años, promoviendo la generación de normativa específica, por tener otras prioridades. Los practicantes del ULM tampoco es que estén muy contentos con su normativa obsoleta y limitaciones operacionales absurdas, que sufren desde 1982, pero es la que hay.

En definitiva. No está nada claro que la AESA haya delegado la regulación del vuelo libre, más allá del ámbito de la competición y sin menoscabo del cumplimiento del resto de normativa de aplicación, en la RFAE. Más bien los hechos apuntan justo a lo contrario: a que unos por otros la casa sigue sin barrer.

Cada cual que elija si debe tomar partido en promover una solución del problema del PRP (y del ULM y de los RPAS y del ala delta y del aeromodelismo y de tantas otras disciplinas abandonadas a su suerte por el hecho de ser "pequeña aviación") o esconder la cabeza en un hipotético agujero hasta que alguien imponga cordura en un BOE, con acierto... o no.



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