viernes, 23 de enero de 2015

¿Dónde aseguro mi avión?

Llegando estas fechas suele repetirse mucho esta pregunta que, hasta 2013, nos resultaba bastante sencillo responder. Pero ahora no lo es.


El asunto es que el mercado de los seguros para la aviación recreativa había sido hasta 2008 una auténtica tómbola, donde te podía tocar cualquier cosa ya que prácticamente nadie se lee una letra pequeña que es abundante y casi igual en todos los seguros. Pero en los 5 años siguientes hubo una referencia de seguro "bueno, bonito y barato" patrocinado por una entidad asociativa que llegó a reunir a más de 1.000 aeronaves españolas bajo un mismo paraguas.


Lo cierto es que, sin la fuerza que da el volumen de negociación y con la desaparición de esa póliza en la que se habían eliminado prácticamente todas las exclusiones injustas (argumentos para no pagar de las aseguradoras) que en las pólizas normales no tienes más remedio que aceptar, estamos como en 2008 y las aseguradoras no tienen motivo alguno para bajarse los pantalones.

Todas las pólizas actuales que hemos analizado, desde febrero de 2014, vuelven a incluir muchas (más bien todas) de esas exclusiones que te impiden cosas tan habituales como volar con tus socios o familiares como pasajero, no te cubren los accidentes en campos no autorizados o cuando tu avión está fuera de norma (por exceder un MTOM de 450 k, por ejemplo, si es un ULM) o simplemente te deja indefenso ante el sistema ya que "ir por libre" te obliga a afrontar en solitario el calvario de un proceso de reclamación si se diera el caso.


Ya sabéis lo que supone para una aseguradora un solo asegurado (nada, una miga de su mantel), mientras la negociación y tratamiento que se recibe cuando eres parte de un gran colectivo es muy distinta pues se juegan la renovación de todo el colectivo (un buen pedazo del pastel) si no hay solución satisfactoria.

Además de todo lo anterior hay que fastidiarse con unas primas encarecidas, aunque alguno dirá, ¡yo pago lo mismo!

Pues si, paga lo mismo por un producto de mucha peor calidad (lleno de exclusiones) que, además, no dona 50 € de su prima al año a nadie para fomentar la seguridad de vuelo como ocurría entre 2009 y 2013; son beneficios directos para la aseguradora (un 20% más de media) porque tampoco te hacen un descuento. Vamos, que estás pagando más por menos aunque tu prima final sea "la misma".

Así que, como la respuesta ya no es fácil, estas son algunas de las cosas que debéis mirar en vuestra renovación:


- Verificad que la aseguradora esté autorizada en la UE, cosa que podéis mirar en la DGSFP. Fijaos especialmente si está autorizada para operar en España y en el ramo 11.

- Elegid una aseguradora "de reconocido prestigio", y a ser posible que tenga detrás una reaseguradora igualmente solvente, para evitar que cobrar la indemnización de un siniestro se convierta en una negociación con posterior peregrinación de juzgado en juzgado.

- Intentad "comprar" alguna exclusión que os afecte, como las operaciones en campos no autorizados si voláis habitualmente en ellos o la exclusión de coberturas como pasajeros de familiares o socios si os suelen acompañar. Si no podéis excluir la exclusión, sed conscientes de que el seguro no os cubrirá en esos casos y obrad en consecuencia.


- A los profesionales (escuelas principalmente) no les servirá cualquier cosa, así que habrá que verificar que la aseguradora contempla la actividad que sea en el certificado de seguro, como el vuelo de alumnos solos, el mínimo de horas para ser piloto al mando o la normativa de referencia para operadores aéreos, que básicamente está en el reglamento CE 785/2004.

Buena suerte en la tómbola y recordad que el mejor seguro es aquel que nunca se necesita.




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